ESG: invertir bajo criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo

Los resultados financieros mandan, tienen gran peso considerando todas las perspectivas. Resulta lógico, ya que, si una empresa carece de beneficios, el negocio brilla por su ausencia. Lo mismo sucede con las inversiones: si no producen rentabilidad, aunque sea mínima o a largo plazo, difícilmente despertarán interés. Sin embargo, a día de hoy, no basta con crecer o con lograr rendimiento de un capital de cualquier manera, a costa de la comunidad o del entorno. La sociedad valora cómo se hacen los negocios y las operaciones. También les importa a los clientes, a los usuarios y a los inversores. De ahí que los criterios ESG se encuentren cada vez más presentes en el ámbito de las inversiones. Se trata de un modelo creciente que apuesta por invertir bajo criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

Inversiones ESG

Aunque el concepto ya cuenta con recorrido, no es nuevo, sí es una opción que está cobrando especial importancia entre las tendencias de inversión de 2021. La idea clave, en la que se apoya, es la sostenibilidad. Crecer haciendo que también lo haga la comunidad en la que un negocio se desarrolla. En ello se apoya el concepto ESG, que son las siglas en inglés de ‘environmental, social and governance’. Es decir, ‘ambiental, social y de gobierno corporativo’.

‘Environmental, social and governance’

El primer término incluye el efecto que la actividad de las empresas tiene en el medio ambiente, aunque sea de forma indirecta. El segundo engloba el impacto de aquéllas en su entorno social, en la comunidad en la que operan. El tercero se refiere a los aspectos relacionados con la gobernanza, con la gestión: transparencia, diversidad del consejo de administración y de la plantilla, políticas de retribución, código de comportamiento, etc.

Inversiones socialmente responsables

Como consecuencia, las inversiones ESG o sostenibles son aquellas en las que cuentan las citadas variables ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la selección de los activos por los que se apuesta. En otras palabras, la conformación de la cartera se hace también considerando ese trío de conceptos: environmental, social and governance.

Finanzas sostenibles e inversiones de impacto

Asimismo, los criterios ESG encajan en lo que se denomina finanzas sostenibles, también al alza en los últimos tiempos. Se trata de invertir, como es lógico, en empresas o productos que respeten esos códigos y que, de algún modo, beneficien al entorno y a la comunidad en la que se ubican. A estas operaciones se las conoce igualmente como inversiones de impacto, definidas en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas como aquellas que implican “la colocación de capital en empresas sociales y otras estructuras con la intención de crear beneficios sociales y medioambientales más allá del rendimiento financiero”.

Invertir considerando factores ESG

Así que no todo es tecnología ni avances, ni siquiera la rentabilidad de las inversiones. Como ya hemos explicado, la sociedad, los mercados y hasta los inversores -también en las crisis- demandan cada vez más un crecimiento de las empresas que sea sostenible, que no destroce el entorno en el que se desarrolla y que, de alguna manera y en cierta medida, revierta sobre la sociedad los beneficios obtenidos. Por ello, el mundo de las inversiones se inclina de forma creciente hacia la sostenibilidad y hacia los factores ESG.

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