A la hora de elaborar una cartera de inversión, no hay ninguna pócima mágica que nos vaya a asegurar el éxito. Nuestro objetivo tiene que ser obtener una rentabilidad que bata a la inflación o al activo libre de riesgo siempre controlando los riesgos.

 

Después de hacer un análisis de cuál es mi perfil de riesgo, horizonte temporal (mínimo 2/3 años), el siguiente paso es crear la cartera, estando bien diversificada tanto por el lado de los activos, como por el lado de regiones y sectores.

 

Dependiendo de nuestra aversión al riesgo, incorporaremos más o menos Renta Variable a la cartera, para perfiles moderados podría rondar un 20-30% de la misma.  En cualquier caso la clave es contar con tiempo suficiente para que nuestra inversión madure, lo que se debería buscar es que dicha inversión sea para buscar ese extra de rentabilidad de cara por ejemplo a la jubilación.

 

En el caso de que no tengamos una idea muy clara de dónde pueden estar esos valores idóneos, lo mejor es invertir en renta variable a través de Fondos de Inversión o de ETF´s. Aquí disponemos de una amplia gama de productos.

 

En la actualidad destacan los fondos de autor, fondos que gestionan boutiques financieras, algunas de reciente creación, en donde los gestores además de gestionar los fondos, comprometen su patrimonio por lo que sus intereses se alinearán con los nuestros.

 

Otra parte según nuestro perfil deberá estar en Renta Fija 30-35%. Actualmente y siguiendo la política de tipos cercanos al 0% tanto en USA como en Europa, la renta fija no está aportando mucha rentabilidad a las carteras. El rally de ganancias ya se ha producido.

 

El bono español diez años está actualmente en el 1,45% cuando hace unos años (verano del 2012) estaba por encima del 7%. La tónica general que ya se está viendo en USA es que gradualmente se produzcan subidas de tipos lo que penalizaría al inversor de renta fija (recordar que cuando suben los tipos de los bonos, cae el precio de los mismos).

Fuente Reuters.

 

Podríamos incluir también algo de commodities, como petróleo, oro…y para completar diversificar riesgo con productos monetarios.

 

Los perfiles de inversión más conservadores tienen que asumir que si no quieren correr riesgos, las rentabilidades que pueden obtener son muy limitadas. Para algunas firmas, los inversores más conservadores deben dejar buena parte de la cartera en depósitos, de forma puntual, hasta que se generen oportunidades más atractivas en los mercados.

 

Foto: VIKTOR HANACEK, Picjumbo.