El 16 de abril de 2014, el Parlamento Europeo aprobó la directiva MIFID II entrando en vigor en enero de 2018. La entrada de la primera normativa MIFID fue en 2007 después de una de las peores crisis vividas en Europa.

 

Novedades

Nuevas medidas de protección al inversor

 

Pues la respuesta estaría en que se busca una mayor protección del minorista, dicha protección no ha sido efectiva al haber existido escándalos financieros como las preferentes o la deuda subordinada de las antiguas Cajas de Ahorros y, por otro lado, no se ha producido un incremento apreciable de la competencia efectiva en un mercado tan regulado como el financiero. También se detectaron carencias en otras áreas, como la propia prestación de los servicios de inversión y la supervisión de las empresas de servicios de inversión.

 

De hecho la CNMV, puso en marcha este año un plan conocido como “cliente misterioso” que consistía en hacer visitas a sucursales bancarias sin identificarse y las conclusiones son demoledoras: hay “algunas debilidades en las prácticas de comercialización de productos de inversión en la fase de contactos iniciales de clientes con la entidad”.

 

Respecto a los fondos de inversión ofrecidos, éstos son productos en la mayor parte de los casos -en el 90%-, del propio banco.
Las sucursales utilizan fichas comerciales con información no completa y no dando la suficiente importancia a temas de riesgo del producto. ( por ejemplo, en letra pequeña o en el pie de la página).

 

Mayor transparencia en fijación del precio de los servicios, añadir transparencia en la relación económica entre la entidad y el cliente. Prohibición de incentivos en la gestión de carteras y en el asesoramiento independiente. Esto obliga a las entidades a fijar con claridad el precio que cobrar por sus servicios a los clientes, sabiendo que no va a haber vías para compensar un menor precio.

 

Nuevas medidas relativas a los mercados

 

Dar una respuesta regulatoria a los retos planteados por las nuevas plataformas de negociación y nuevos desarrollos tecnológicos (negociación algorítmica), reducir los posibles arbitrajes regulatorios entre centros de ejecución y entidades financieras.
Solucionar los problemas planteados por el G20 respecto a actividades financieras poco transparentes y poco reguladas como es la negociación OTC.
Mayor transparencia y supervisión en materia de derivados de materias primas y así conseguir un funcionamiento más eficiente de estos mercados.
Reducir errores de reporting de las transacciones y corregir la falta de detalle de dicha información.

Es por ello que entre MiFID II y MiFIR suman unos 100 encargos a ESMA (Autoridad Europea de Mercados de Valores) para que elabore normas técnicas de reglamentación o ejecución de sus disposiciones. Aquí se analizan las principales novedades de las muchas que introduce MiFID II y que se centran en los siguientes ámbitos: régimen de autorización de las empresas de servicios de inversión, requisitos de organización y normas de conducta, proveedores de suministro de datos, estructura de mercado y medidas de protección del inversor.
Y es precisamente en la protección del inversor dónde se hace más hincapié. MIFID II da un paso más sobre la clasificación de clientes que establecía MIFID I: ahora las empresas de servicios de inversión tendrán que identificar con claridad a qué grupo de clientes va dirigido cada producto, con un nivel de riesgo y asesoramiento adecuado para cada uno de ellos.
Otra de las novedades que incorpora MIFID II, es la exigencia de formación y conocimientos específicos de los empleados de las entidades financieras que informen y asesoren sobre productos financieros o servicios de inversión.

 

Foto: VIKTOR HANACEK, Picjumbo.