
Productos derivados: qué son y cómo funcionan
Los productos derivados son instrumentos financieros cuyo valor depende de un activo subyacente, como acciones, materias primas (petróleo, trigo, etc.), divisas o índices.
Dentro de esta categoría, uno de los ejemplos más comunes son los contratos de futuros, acuerdos que obligan a las partes a comprar o vender un activo en una fecha futura a un precio fijado de antemano. Estos contratos se negocian en mercados especializados, conocidos como mercados a término o de futuros.
¿Por qué usar productos derivados?
Existen dos motivos principales para interesarse por los derivados, como los futuros:
Cobertura: Si usted tiene un activo (por ejemplo, acciones o materias primas) y desea protegerse de cambios en su precio, puede usar un derivado para fijar un valor hoy y reducir la incertidumbre mañana.
Especulación: También puede buscar beneficios apostando por la evolución del precio del activo, sin necesidad de poseerlo, simplemente operando con el contrato hasta su vencimiento.
Un ejemplo práctico de cobertura
Imaginemos que usted posee acciones de una empresa cotizada y teme que su precio baje en los próximos meses. Aunque está obteniendo beneficios ahora y valora su rentabilidad por dividendo, no quiere venderlas. ¿Qué puede hacer? Una opción es vender un contrato de futuros sobre esas acciones. Así, si el mercado cae, las ganancias del futuro compensan la pérdida de valor de su cartera, permitiéndole mantener sus acciones sin tanto riesgo.
Los futuros tienen vencimientos definidos, a menudo trimestrales, pero usted puede cerrar la operación antes si lo desea. Para operar, no necesita depositar el valor total del contrato, solo una garantía (un porcentaje que varía según el bróker). Eso sí, las liquidaciones son diarias: si el precio sube tras vender el futuro, deberá aportar más garantías; si baja, recuperará parte de la diferencia como beneficio.
Derivados más allá de los futuros
Aunque los futuros son un tipo destacado de productos derivados, no son los únicos. Existen otros instrumentos que también permiten cubrir riesgos o especular, adaptándose a diferentes necesidades de inversión. En EBN Banco, ofrecemos soluciones para que usted explore estas opciones según su perfil, ya sea a través de nuestra gestión patrimonial o servicios de inversión.
Los productos derivados, como los futuros, son herramientas versátiles para gestionar riesgos o buscar oportunidades en el mercado. Su uso requiere entender bien su funcionamiento, pero pueden ser un complemento valioso para su estrategia financiera.
Fotos: ceiling, everystockphoto.
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