¿Qué es la Gestión Patrimonial?

¿Qué es la Gestión Patrimonial y cuáles son sus beneficios?

Invertir es solo una parte de la gestión de las finanzas y del patrimonio. La realidad es que la gestión patrimonial va más allá de la inversión e incluye otras áreas como la planificación fiscal.

En qué consiste la gestión patrimonial

 

Como su propio nombre indica, la gestión patrimonial consiste en gestionar el patrimonio de una empresa o una persona. Esto pasa por analizar y planificar estrategias para hacer crecer, preservar o traspasar ese patrimonio, por poner tres ejemplos de objetivos hacia los que enfocar esta gestión.

Lo más habitual es centrarse en gestionar y generar más patrimonio, es decir, en hacer crecer el dinero y bienes disponibles. Y es que, el patrimonio de una persona es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que posee. Esto incluye inmuebles, inversiones y empresas, que son bienes tangibles, pero también puede sumar bienes intangibles como patentes o su marca comercial o personal.

Una buena gestión patrimonial se encaminará a maximizar ese patrimonio o enfocarlo al objetivo marcado. Esto se consigue con diferentes estrategias, desde un plan de inversión para generar patrimonio hasta otro para minimizar el impacto fiscal en una herencia o en una venta.

Todas estas estrategias forman parte de la gestión patrimonial y de lo que un gestor patrimonial puede hacer por sus clientes.

 

 

¿Para qué sirve la gestión del patrimonio?

 

El primer paso de la gestión patrimonial es conocer el punto de partida. Esto pasa por listar el patrimonio disponible y calcular el patrimonio neto, que es la diferencia entre las inversiones y bienes menos las deudas.

El segundo paso de los servicios de gestión patrimonial es conocer los objetivos del cliente. En otras palabras, qué metas se plantea y por qué. ¿Quiere generar más patrimonio pensando en la jubilación? ¿Aumentar el patrimonio inmobiliario? ¿Dejar un fideicomiso para los hijos? Todo esto ayudará a centrar el marco temporal y, a través de él, idear una estrategia adecuada.

Por último, quedará ejecutar esa estrategia y gestionar los cambios personales y de mercado.

En definitiva, la gestión patrimonial sirve para tener un plan global para el capital disponible que incluya no solo las inversiones financieras, sino también las propiedades inmobiliarias e incluso las empresas.

Así es como se consigue optimizar los recursos disponibles y sacar el máximo partido al capital disponible, entre otras cosas.

 

 

Beneficios de una buena gestión patrimonial

 

Una gestión patrimonial adecuada ayuda a analizar las necesidades patrimoniales y financieras para tomar decisiones en línea con el perfil de inversión.

Gracias a ello es posible:

  • Crear una estrategia de inversión personalizada y analizada a su perfil de inversión. Esto puede pasar por destinar una parte del capital a los mercados financieros y otra al mercado inmobiliario, por ejemplo.
  • Aprovechar mejor los recursos disponibles para maximizar el rendimiento que se obtiene por ellos según el momento de mercado y los objetivos marcados.
  • Aprovechar las oportunidades de mercado disponibles, porque se tiene un plan de acción y consciencia del capital disponible.
  • Minimizar el impacto fiscal y el pago de impuestos a lo largo del tiempo, que ayudará a que su patrimonio crezca más rápido.

La fórmula más eficiente para gestionar el patrimonio es con la ayuda de un gestor. Las ventajas de contar con un profesional a su lado son evidentes.

Para empezar, se consigue ahorrar tiempo y dinero. Lo primero porque hay una persona con experiencia que se encargará de invertir y la segunda porque se evitan muchos errores que pueden costar mucho dinero.

Además, también se gana tranquilidad porque sabe que su patrimonio está en manos de profesionales cualificados con experiencia y el tiempo necesario para analizar los mercados y tomar las mejores decisiones.

A la hora de escoger un servicio de gestión patrimonial es importante buscar profesionales independientes que trabajen con sistemas de arquitectura abierta.

Idealmente, hay que buscar un asesor que:

  • No comercialice producto propio, porque así se evita la colocación de inversiones que pueden no ser adecuadas.
  • Tenga un sistema de arquitectura abierta con suficientes fondos como para desarrollar cualquier estrategia de inversión, tanto pasiva como activa.
  • Que trabaje con clases limpias de fondos de inversión, porque son más económicas.
  • Que no cobre retrocesiones de las gestoras, porque así se evitan incentivos perversos a la hora de ofrecer asesoramiento.

Estas son las cuatro características de un buen servicio de gestión patrimonial, las que encontrarás en EBN Banco.